Un hombre, originario de Tamaulipas, le pidió a sus amigos que lo llevaron a la cantina “Los Cuates”, cuando se muriera.
Y así fue, el señor, identificado como Ventura Coronado Mata, fue llevado con su ataúd a la cantina, ubicada en Ciudad Victoria, lugar que era considerado como su segunda casa.
El hombre se dedicaba a atender a los comensales escuchar historias, al tiempo que servía miles de litros de cerveza a sus visitantes.
Cabe mencionar que en algunos lugares de México se acostumbra visitar los lugares más representativos para el difunto cuando este se encuentra en su ataúd.